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La tradición le considera mártir, pues fue el Patriarca de Constantinopla despojado y perseguido en el llamado por el Papa León I, "Latrocinio de Efeso" en Agosto del 449
En el Conciliábulo celebrado por orden del Teodosio Emperador, los monofisitas, seguidores de Eutiques, se le opusieron violentamente ante la decisión de no aceptar sus proposiciones heréticas (que exigían reconocer en Jesús una sola naturaleza). Encerrado en lúgubre celda de monasterio por Dióscoro de Alejandría, presidente del Conciliábulo nombrado por el Emperador, murió a los tres días debido a los malos tratos.
Muerto el Emperador, su esposa y sucesora Pulqueria hizo trasladar honoríficamente sus restos al sepulcro de los Obispos de la ciudad. Se conserva de él la carta dogmática dirigida al Papa el 13 de Junio de 449.
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